Bolognesi antes de ir a la Guerra del Pacífico (1879) fue un Caballero del Santo Sepulcro
Cara ovalada, frente amplia, ojos penetrantes, cabello un poco ensortijado que cubre su cabeza y el infaltable bigote son características que se observan en una imagen que muchos retrataron en un lienzo hace muchos años atrás.
El autor de unas palabras de heroísmo y por las que se le conoce: "Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré hasta quemar el último cartucho". Sus deberes habían sido sagrados, y es justo en este instante que hemos de ahondar en la espiritualidad de Francisco Bolognesi.
Historia
Corría el año 1885 y un grupo de personas llegaban a Mollendo (Islay), su nombre corresponde a una Sociedad secreta de ámbito internacional y estructura jerárquica basada en la fraternidad entre sus miembros, los cuales se agrupan en logias y hacen uso de ritos y signos emblemáticos, me refiero a la Masonería.
Las principales autoridades arequipeñas, entre ellas el Coronel César de Rivero, en ese entonces prefecto de Arequipa, estaban preocupadas por la expansión de la misma, y como para ponerle frenos a esta situación, decidieron firmemente constituir la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro.
Allí empieza la historia de Bolognesi, aquella historia, contada desde el otro lado, que pocos conocen; pero, del que quedan documentos muy antiguos, que constatan su participación y liderazgo.
Ferviente católico, hombre de moral, esposo, padre de familia y ciudadano, Bolognesi estaba preocupado por sobre todas las cosas de agradar a Dios y corresponder a sus deberes de cristiano.
Son tres las actas firmadas y escritas por aquel hombre que trascendió a la historia y no quedó olvidado por el paso de los años. Son tres papeles que permanecen bajo el cuidado del actual Mayordomo de la Hermandad, Roberto Lazo, hasta el día en que Dios lo recoja y le toque a otro su turno.
"Francisco fue un hombre que ofreció una respuesta, como católico de la época, a la expansión de la Masonería de aquellos tiempos", precisó.
Pero Francisco sería solo el comienzo de este grupo de hermanos, cuya decisión de unirse fue vital para contrarrestar la entonces invasión Masónica que se vivía en aquellos tiempos.
Para comprender un poco mejor la realidad que estaban afrontando estos personajes, aquí lo que la Iglesia Católica guarda en sus documentos.
"Bastante claro aparece qué sean y por dónde va la secta de los masones. Sus principales dogmas discrepan tanto y tan claramente de la razón, que nada puede ser más perverso. Querer acabar con la Religión y la Iglesia fundada y conservada perennemente por el mismo Dios, y resucitar después de 18 siglos las costumbres y doctrinas gentílicas, es necedad insigne y audacísima impiedad" (León XIII, Encíclica "Humanun Genus").
"Secta satánica que tiene por única ley la mentira, por su dios al demonio, y por culto y religión lo que hay de más vergonzoso y depravado sobre la faz de la tierra" (Pío VIII, Encíclica "Tradite").
"Todo lo que ha habido en las sectas y herejías más criminales de sacrílego, vergonzoso y blasfemo, ha pasado a las sectas secretas y por ende, a la francmasonería". (Gregorio XVI, Encíclica "Mirari vos").
Dejando entonces esto como antecedente, vale decir que la Masonería representaba un peligro para la Religión Católica, el cual sería afrontado por hombres notables de la época.
De su participación en la Hermandad
Desde 1870 se iniciaron las procesiones del Santo Sepulcro
Nueve años fue el tiempo que Bolognesi le dedicó a la Hermandad, pero pronto se tendría que retirar muy pronto a combatir contra el país vecino, en la Guerra del Pacífico.
Fue antes de llegar al culmen de su vida, que estaba en servicio del Señor, pero el hecho de que perteneciera a esta agrupación fraterna, no le impidió ir a defender hasta la muerte e inmortalizar aquel momento, con palabras tan recordadas hasta la actualidad.
Desde que en 1870 se iniciara con las procesiones del Santo Sepulcro, urna cubierta con cristales traídos desde Bélgica y elaborada con madera bañada en pan de oro, Bolognesi tuvo un rol activo en la Iglesia.
Incluso participó en la redacción del primer reglamento de la Hermandad y con ello fomentó la organización de los demás miembros, quienes eran personas de todo tipo, pero ante todo religiosos.
Cuando comenzó los tiempos de guerra, todos temían que las salidas del Señor Yacente fueran suspendidas, pero entonces los miembros de esta Hermandad no claudicaron en ningún momento y es así que continúan hasta la actualidad; por ello, cada Semana Santa se les puede ver recorriendo las calles céntricas de Arequipa, hasta que el de arriba lo decida.
EXTRA: De otros miembros también importantes
Y que importantes que fueron, si llegaron hasta la Presidencia de la República: Pedro Diez Canseco (Gobernante interino), Eduardo López de Romaña y José Luis Bustamante y Rivero.
También destacan el pensador Víctor Andrés Belaunde y el Javier de Belaunde Ruiz de Somocurcio, fundador del Frente Democrático Nacional y diputado por Arequipa elegido cinco veces, todos miembros de la Hermandad de Caballeros del Santo Sepulcro.
