EL HIJO AUSENTE
ERA INFALTABLE EN LA MESA FAMILIAR, SIEMPRE TENÍA SU LUGAR. EN LAS
FIESTAS DE NAVIDAD O AÑO NUEVO ERA QUIEN FORMABA LAZOS CON AQUELLOS SERES QUE
SE ENCONTRABAN LEJOS. NADIE HABRÍA NOTADO SU AUSENCIA SI NO FUERA PORQUE SU SONIDO
YA NO ESTABA.
Por: Milagros Choque
Majes
El
sábado, cuando ya las cóleras habían pasado los rayos de la alegría volvieron
alumbrar mi hogar y con un rico lomo saltado preparado por mi madre celebramos
a mi hermana. Una sonrisa de oreja a oreja iluminaba su rostro cuando agradeció
el agasajo. Cuando mamá me dijo trae el celular para ver la hora, yo la miré y
luego todos cambiaron de expresión.
Nunca
supe quien lo encontró y a pesar de que pregunte a todos los niños por alguna
pista no obtuve nada. Me cansé de timbrar por medio del celular de un amigo.
Pero eso no era lo que más me preocupaba, sino cuando llegara a mi casa y
recibiera las riñas. Sucedió como lo pensé y mi hermana se puso muy molesta y
mirando a mamá con ternura le prometió regalarle otro.
Faltaban
solo 3 días para la llegada de su santo y yo como buena católica no quise
faltar a la catequesis. “Hija no vayas, mejor quédate ayudando a tu madre a
limpiar la casa, que no falta mucho para que empiecen a llegar las visitas”.
Papá me advirtió, pero yo caprichosa me puse el abrigo y salí de casa con el
celular en el bolsillo sin saber que regresaría sin él.
La
semana pasada todo estaba listo para recibir con alegría el cumpleaños de mi
hermana; en una mesita descansaban las
fotos del recuerdo y a su lado un tallo de rosa plantado en un balde.
Afuera el viento helado corría sin compasión metiéndose a los huesos y agitando
las ramas secas de los sauces. Epifania Chura Mamani removía la olla con un
cucharón de madera haciendo mazamorra.
Majes,
mi distrito y ciudad natal está constituida por distintos asentamientos, uno de
ellos es San Juan El Alto. Desde los 16 años regreso a mi tierra para animar un
grupo de niños de la Catequesis “Sagrada Familia” que cada viernes se da
encuentro a las 15:00 horas en la Parroquia “Señor de los Milagros”. La llegada
de dos Diáconos de Arequipa y la música fuerte en mis oídos, hizo que me
olvidara de la presencia del celular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario